viernes, 22 de mayo de 2009

tratamiento antirretroviral (TAR): oportunidad


Diariomedico.com
ESPAÑA
El inicio precoz del TAR en VIH asintomático acumula pruebas

Las últimas guías coinciden en que el tratamiento antirretroviral en un paciente con VIH asintomático debe iniciarse cuando su cifra de linfocitos CD4 es inferior de 350. Pero también se reconocen situaciones que pueden requerir una estrategia diferente.


Enrique Mezquita. Valencia - Viernes, 22 de Mayo de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

Una de las grandes dudas en el ámbito de la infección por VIH es cuándo se debe iniciar el tratamiento antirretroviral (TAR).

Las guías de práctica clínica más recientes y reconocidas coinciden en que el TAR en un paciente infectado por VIH asintomático debe iniciarse cuando su cifra de linfocitos CD4 es inferior de 350, pero también contemplan situaciones o condiciones que pueden propiciar variaciones en esta estrategia.

Según Antonio Rivero, de la Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Reina Sofía, de Córdoba, la realidad actual es que "existen argumentos y evidencias que apoyan un inicio precoz del TAR en este tipo de pacientes".

Según Rivero, ponente en el XII Congreso Nacional sobre el Sida, que concluye hoy en Valencia, el tratamiento precoz "mejora la supervivencia de los pacientes, aumenta la probabilidad de restaurar la inmunidad y disminuye la incidencia de eventos no-sida". Estudios recientes han puesto de manifiesto que existe una mayor mortalidad entre los pacientes que inician el TAR cuando la cifra de CD4 se sitúa por debajo de los 350 ó los 500 respecto a los que lo inician antes de llegar a esa cifra, tomando como punto de corte los 500 CD4.

Respecto a la restauración de la inmunidad, recordó que "está claramente establecido que cuanto menos CD4 tenga un paciente en el momento de iniciar el TAR, la recuperación inmunológica será más pobre". Y enlazando con esta cuestión, Rivero hizo hincapié en que "los pacientes infectados por VIH presentan un aumento del riesgo de muerte secundario asociado a causas no relacionadas con el virus y éste es directamente proporcional a su grado de inmunosupresión".

Sin embargo, "si un paciente tiene más de 500 CD4, el riesgo de muerte por enfermedad hepática, cardiaca, tumoral o por el propio VIH se acerca al de la población general".

Multirresistencias
Uno de los peligros que siempre se ha asociado con el tratamiento precoz del VIH es el desarrollo de multirresistencias. No obstante, Rivero señaló que "estudios recientes han demostrado lo contrario, ya que se produce un menor riesgo de desarrollo de multirresistencias a las tres familias de fármacos antirretrovirales si se inicia el tratamiento con mayores cifras de CD4".

Otra ventaja añadida del TAR precoz es que "puede contribuir a controlar la transmisión del VIH".

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